martes, 12 de agosto de 2014

THE STONE ROSES - THE STONE ROSES


Small Faces, Joy Division, The Smiths... muchas bandas británicas a lo largo de la historia han durado unos pocos años. The Stone Roses es otro ejemplo más de esa larga lista. Aparecieron cuando nadie los esperaba, pero en el momento oportuno. Este disco es un gran debut. Suena fresco, glorioso. Noel Gallagher ha dicho en más de una ocasión que sin los Stone Roses, Oasis no habría existido. No le falta razón. El disco influenció a muchas bandas, pero a Oasis les marcó. Con la chulería típica de Manchester, conquistaron el mundo con un solo disco. Difícil de explicar lo que sucedió entre el grupo y su discográfica. ¿Por qué no les dejaron sacar material nuevo en cinco años? Y cuando les dejaron, le metieron demasiadas guitarras al disco y se perdió esa frescura que desprende por los cuatro costados este disco. Poco después se separaron. Más allá de esos dos discos, hay más cosas y muy interesantes de los Stone Roses. Hay un puñado de caras b, singles y rarezas que valen la pena. Aunque la cosa nunca fuera como en este primer trabajo. Por cierto, a por él.
I Wanna Be Adored es toda una declaración de intenciones. Imposible expresarlo más simple que aquí. Querían que el mundo les adorase, y por momentos lo consiguieron. Durante un breve período de tiempo tuvieron el mundo a sus pies. El detonante fue el concierto que dieron en Blackpool en agosto de 1989, varios meses después del lanzamiento del disco. Ese directo, de casi una hora de duración, demostró que estaban listos para ser el nuevo gran grupo británico. Por la razón que fuera, solo lo consiguieron por un rato.
Le sigue She Bangs The Drums, que es una joya. Desde la deliciosa entrada de bajo de Mani al pegadizo estribillo, nada le sobra.
Waterfall es otro gran momento. John Squire hace un gran trabajo a la guitarra demostrando que, aparte de chulos, también eran músicos. Bye Bye Badman es el primer intento fallido del disco. Un tema que busca ser como otras grandes canciones del disco pero que se queda ahí. Y en eso viene un momento curioso: Elizabeth My Dear, con una melodía en los menos de sesenta segundos de duración que es una adaptación de la balada tradicional inglesa Scarborough Fair. Simon And Garfunkel también la arreglaron para incluirla en su disco Parsley, Sage, Rosemary And Thyme. Pero ahora viene otro momento con mayúsculas del álbum: Sugar Spun Sister, que es una de las mejores canciones de la banda. Pero es que después viene Made Of Stone, otro tema mayúsculo. Estribillo made in Stone Roses. Shoot You Down es otro quiero y no puedo, como Bye Bye Badman. No son malas canciones, pero viendo lo que hay por ahí suelto... Pero entonces llega la canción. I Am The Resurrection, más de ocho minutos de duración que cerraba un espléndido disco y que dejaba con unas ganas terribles de escuchar más material suyo. La letra es la mejor del álbum, y musicalmente también es la culminación del grupo. "Yo soy la resurrección y la vida, nunca podría odiarte tanto como quisiera". Pues eso, ya lo dicen todo ellos mismos. Yo soy la resurrección y la vida. Eternos.

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