lunes, 7 de julio de 2014

LONDON CALLING - THE CLASH


Pocos hubieran apostado tras ver el sonido de los dos primeros discos que los Clash fueran capaces de crear una obra como este excepcional London Calling. Iniciados en el movimiento punk inglés hacia 1976, y con Ramones o New York Dolls entre otros como principales influencias, le aportaban una visión política a sus temas que los diferenciaba de los demás grupos punk.
Pero no era eso lo único que les hacía distintos. El sonido del grupo no era exclusivamente punk: también incluía elementos como el reggae o el rockabilly. Los Clash supieron mezclar hábilmente todos esos ingredientes en este disco y el plato resultante es ciertamente apetitoso. Porque eso es este álbum, variedad, mucha variedad. Es uno de esos discos imposibles de definir con un solo género, porque quedaría incompleto. Y ahí está el mérito de este LP. Muchas veces cuando una banda intenta hacer un disco combinando muchos géneros el resultado suele ser fallido. Un buen ejemplo fue el intento psicodélico - pop de los Stones con el Their Satanic Majesties Request. Pero en este caso, afortunadamente para el grupo y para la música, el resultado fue acojonante. Como suena. Porque si ya es difícil que salga bien la fusión de estilos en un mismo trabajo, hacerlo doble ya es demasiado, a no ser que seas "la única banda que importa", como fueron conocidos los Clash. Vamos con esta obra maestra, el mejor doble álbum junto con el Exile On Main Street y el Blonde On Blonde.
Abre con London Calling, pura simpleza punk. Es quizá su tema más conocido, pero no el mejor. 
Las versiones de este disco les salen bien, con Brand New Cadillac y Wrong 'Em Boyo quedando muy bien, pero con Lover's Rock no tan bien en uno de los pocos defectos que pueda tener el disco. 
Joe Strummer y Mick Jones serán los principales compositores, pero Paul Simonon también hace su aportación con The Guns Of Brixton, que no es mala pero que no está a la altura de lo demás.
Clampdown, Death Or Glory y The Card Cheat son los momentos más brillantes de todo el LP. También muy alto el nivel de Lost In The Supermarket o The Right Profile, y muy curioso el tema Koka Kola, de menos de dos minutos de duración. 
Los Clash dan lo mejor de sí mismos en un disco exquisito, sin temas de relleno. Es obvio que después de un disco de la calidad de este es misión casi imposible igualarlo, pero los Clash fueron todavía más allá y grabaron un disco ¡triple!, Sandinista, para suceder a este. Desde luego, agallas tenían. Música también.

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